Tras ser recogido en su alojamiento de El Cairo sobre las seis de la mañana, el viaje parte de la ciudad a través de los cercanos paisajes desérticos. El hermoso oasis de Bahariya, que fue el principal centro agrícola del Imperio faraónico, es la primera visita del día.
Es conocido por su abundancia de dátiles y aceitunas. Con la ayuda de su guía, explore el oasis y admire el extenso entorno de palmeras a la sombra y manantiales naturales.
Visite el Desierto Negro después del almuerzo para contemplar las impresionantes cúpulas escarpadas y montañosas de la región, que destacan sobre la arena circundante. Visite después el valle de Agabat, con espectaculares paredes de acantilados blancos y rocas calizas amarillas.
Continúe hasta la Montaña de Cristal, una estructura increíblemente rara que brilla y resplandece bajo el sol egipcio y está compuesta por completo de cristal de calcita.
El Desierto Blanco, que recibió su nombre por la enorme extensión de arena blanca que contiene, es la siguiente parada. Es posible escalar algunas dunas de arena para disfrutar de unas vistas impresionantes que parecen no acabar nunca.
Por último, relájese mientras regresa a El Cairo; llegará a su hotel sobre las 23:00.