Los historiadores dicen que Hapi (Hapy, Hap, Hep) era muy probablemente un nombre prehistórico del propio río Nilo. Esto ocurrió cuando la gente empezó a adorarlo como la deidad de la inundación anual del río. Más tarde, la gente cambió el nombre a Nilo o Itero, que significa "río". De ahí que los antiguos egipcios también cambiaran el nombre del dios del Nilo por el de "El Río" o Itero.
Para entenderlo mejor, la palabra egipcia "Nwy" significa agua. El nombre "Nilo" proviene de la corrupción griega de "Neilos", derivada de "Nwy". La gente dio a Hapi otros títulos, como "Señor de los peces y las aves del pantano" y "El verde de las dos orillas". La gente también le llamaba "el hacedor de la cebada y el trigo" y "el dueño del río que trae la vegetación". Al igual que otras deidades romanas y griegas, la mitología considera que Hapi tenía una personalidad benévola y bondadosa. Sin embargo, también tenía un lado oscuro que podía causar una destrucción imprevisible. También se afirma que la deidad actuaba bajo la influencia del faraón, que también era una deidad viviente. Además, los textos lo describen como "Siddik Geb", el dios egipcio de la tierra y "Rab Nabar", el dios del grano.
La crecida del Nilo debida al "Diluvio" era tan vital para la vida y la economía de Egipto que los antiguos basaban su vida en ella. Cada año, una enorme cantidad de agua se desborda por las orillas del Nilo y deja un limo negro. Con él se mantiene la agricultura en Egipto y se alimenta a la población.
La historia se refiere a esta crecida anual como la "Llegada de Hapi". La gente celebraba este acontecimiento con grandes festivales y organizaba procesiones en el río. Seguidores de todo el mundo viajaban a los santuarios de Hapi de Elefantina y Asuán. Rezaban para que la crecida y el limo les ayudaran a cultivar.